jueves, 22 de septiembre de 2016

El cazador de cotorras margariteñas

Apuesto lo que sea a que conocen al "cazador de cocodrilos". Si por una extraña razón no ha visto televisión digamos......... nunca. Les cuento que este era un naturalista Australiano que andaba en shortcitos lanzándose encima caimanes y cocodrilos enormes. Su nombre era Steve Irwin y lo que hacía era agarrar estos reptiles enormes que vivían cerca de algún poblado y los llevaba a sitios distantes para que ambos; pobladores y animales tuviesen un lugar más seguro donde vivir. Ver a este pasado de testosterona y simpático tipo a mí me resultaba agradable. Lamentablemente Irvin falleció grabando un documental en el océano cuando una manta raya lo atacó y le perforó el corazón con su aguijón.   El “cazador de cocodrilos” era una estrella de TV a nivel planetario y su compromiso con la defensa y conservación de la naturaleza era sincero. Sin embargo, Irving a pesar de ser alguien influyente (por lo menos en Australia y en Animal Planet TV supongo) no hacía estudios sistemáticos de alguna especie o comunidad de especies en particular que le permitiera a través de datos duros (así llamamos los científicos a nuestras evidencias que creemos irrefutables) proponer o diseñar algún tipo de programa formal para la conservación de los animales con los que trabajó más allá de impartir algún tipo educación tanto en TV, como en el zoológico que regentara su esposa. En fin, Irving no era científico.

Hace algunos años cuando ingresé al IVIC como estudiante graduado en el Centro de Ecología, conocí a un investigador que (y espero no se moleste con la comparación) era la versión criolla y mejorada del “cazador de cocodrilos” aunque él trabaja principalmente con aves (me imagino que inteligentemente prefirió ser mordido por un perico que por un caimán de 4 metros y 300 kg). Su nombre es Jon Paul Rodríguez y acaba de ser electo como presidente de la Comisión de Supervivencia de Especies (SSE por sus siglas en inglés) de la UICN1 en el último Congreso Mundial de la Naturaleza celebrado en Hawaii. Jon Paul estará a cargo desde este momento hasta el 2020 de conseguir apoyo y mostrar su liderazgo en una gran red global de especialistas y al mismo tiempo de promover acciones concretas para la conservación de la naturaleza2 ya sea directamente con gobiernos, ONGs, universidades, instituciones de investigación, etc (casi nada pues). 

¿Qué les parece? Un venezolano dirigiendo tamaña comisión. Generalmente (siempre hay excepciones) las elecciones que se realizan para este tipo de cargos, dependen exclusivamente del trabajo realizado por los candidatos. Es decir, se evalúan los currículos de los aspirantes y los votantes eligen por la que consideran su mejor opción. Medir el trabajo de un científico a pesar de lo complejo y algunas veces inentendible para la mayoría de los mortales es, paradójicamente bastante fácil. Los hombres y mujeres de ciencia tienen indicadores bien establecidos para su evaluación como lo son: el número de artículos científicos publicados en revistas arbitradas, el número de citas que estos artículos obtiene al pasar del tiempo, capítulos de libros, libros completos, patentes, estudiantes tesistas y un largo etc. Por lo tanto saber si un investigador hace o no su trabajo es fácil y totalmente público (ojalá muchos de nuestros empleados y funcionarios públicos pudieran ser evaluados así). En el caso de nuestro “cazador de cotorras margariteñas” sus publicaciones suman más de 170 artículos científicos, que han sido citados nada más y nada menos que 6400 veces3, es miembro fundador de la  asociación civil para la conservación de la naturaleza Provita, autor del Libro Rojo de la Fauna de Venezuela entre otras cosas, lo que le ha valido para obtener una pila de premios nacional e internacionalmente (incluyendo el premio nacional al mejor trabajo científico del Ministerio de Ciencia en 2007 y el codiciado premio Polar de ciencias en 2013).

En fin, Jon Paul es venezolano y sigue haciendo buena ciencia en Venezuela, sus aportes en la preservación de la biodiversidad han sido enormes e inobjetables en un país que poco o nada hace para la generar políticas serias de conservación. Desde aquí le deseamos éxito en su nuevo papel y que aunque sea haciendo ciencia a pedradas, Venezuela lo tome en cuenta y aproveche la oportunidad de ponerse al día con la defensa de la naturaleza.

Jon Paul Rodríguez

Foto: Jon Paul Rodríguez

P.S, Si tienes alguna sugerencia de temas y científicos venezolanos que a pesar de la crisis están rompiendo esquemas con sus investigaciones no dejes de escribirnos.




miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Ciencia a pedradas?, virtudes de la ciencia venezolana en tiempos de crisis

Estimados lectores, les parecerá raro el nombre de este blog, pero entenderán al pasar de las líneas la naturaleza y la intención de este y los futuros escritos. Durante los últimos meses hay dos cosas que a través de la prensa escrita y probablemente en TV, me han taladrado el cerebro. En primer lugar, en los últimos años ha habido un real pero para mí mal llamado éxodo, emigración, diáspora o cualquier epíteto que usted desee de científicos venezolanos (1,2,3), que ha despertado una suerte de “esquizofrenia” colectiva y derrotista (solo para los académicos debo decir) que se parece más a la famosa pelea de los borrachos por la botella vacía, y que en mi opinión, desconoce y desestima la capacidad real de realizar un trabajo científico de calidad en el país (muy a pesar de las evidentes limitaciones). También debo decir que en esta patria seguimos y vivimos un gran colectivo de profesionales con muchísima mística y preparación dando el todo por el todo por nuestro futuro (aunque ni tirios ni troyanos lo quieran ver). Según muchos de los escritos, pareciera que se fueron los candidatos al Premio Nobel y que el bagazo intelectual sin expectativas ni credenciales quedó a merced de esta coyuntura, sin esperanzas de realizar un trabajo creativo e inteligente en pro del país. En segundo lugar, me da pesar (o dicho en criollo, me revienta) leer a nuestros queridos periodistas nacionales que escriben sobre hallazgos científicos, mitos, leyendas y cuentos de ánimas como si fueran lo mismo y sin el rigor que deberían tener ante tamañas "verdades", valga el ejemplo de la guanábana curando el cáncer según “especialistas” de la UCV (4) o lo tristemente dicho por una “profesora universitaria” la siembra de matas de acetaminofén (5)  para no depender de las maléficas transnacionales de la farmacia y que simplemente nadie le pregunte a más de 12.000 científicos  (según cifras oficiales) si hay algo que se esté haciendo bien en Venezuela; ¡alguien, aunque sea un grupito! debe estar haciendo cosas comparables con los países del primer mundo (créanme cuando les digo que sí los hay).

De acuerdo con nuestra primera afirmación debo comentarles que estoy absolutamente de acuerdo con lo que está sucediendo, muchísima gente, no solo científicos se han ido del país, sin embargo ninguno de los entrevistados (y mucho menos entrevistadores) nos dispensa un soplo de virtud a quienes seguimos aquí en Venezuela haciendo ciencia de verdad verdad. Cada día se ven más entrevistas a los “numerólogos del exilio” que entrevistas a científicos venezolanos. Si bien muchas “mentes brillantes” se han ido del país, no hay ningún dato cuantitativo (somos científicos y todo lo relacionamos con números) de la calidad de los emigrados en cuanto a publicaciones, proyectos, patentes, etc.; en dos platos, si son o no buenos científicos. En este chiquero temporal donde estamos sumergidos, todavía vivimos muy a pesar de las dificultades, un montón de venezolanos que hacemos buena ciencia así sea a pedradas porque la creatividad y la inteligencia poco tienen que ver con el dinero. Recuerdo que un amigo me dijo alguna vez que él para hacer ciencia necesitaba cerebro y unas cuantas computadoras y que por lo menos tenía garantizada la primera mitad, porque hasta con computadoras viejas se hacían cálculos (solo que son más lentas que las nuevas).

Por otro lado nuestra intención es promover y tratar de hacer entender a los lectores no académicos que la ciencia es más fácil de lo que se cree y que a pesar de seguir ciertas reglas, comunicarla debería ser un acto sencillo. Bien decía Albert Einstein, si no puedes explicar un fenómeno científico en palabras simples es porque no lo entiendes del todo. Entonces si eres comunicador social, entrevistador, o curioso por naturaleza, busca quien te explique las cosas de manera sencilla, con datos que puedan ser verificables (existen miles de revistas científicas para ello, OJO, “Facebook”, “Vanidades” o “La Revista Dominical de Cutusiapòn” no califican como tales) y contrasta todas las versiones que leas con los especialistas (si, en Venezuela hay montones).

A partir de ahora, y espero semanalmente, les trataré de echar el cuento de las mujeres y hombres que a pedradas hacemos ciencia en Venezuela. Estoy seguro que quedarán gratamente sorprendidos de lo que sucede en nuestra querida tierra a nivel de pensamiento científico y desarrollo tecnológico y estoy absolutamente seguro que pasaremos de hacer ciencia a pedradas para en el corto tiempo hacerla con guijarros y finalmente, cuando todos entremos en la senda del desarrollo, sin espejismos y sin esperar dádivas que no merecemos, seamos parte del concierto mundial de la sociedad del conocimiento.

La semana que viene les cuento de un Venezolano que acaba de ser elegido como el presidente Comisión para la Supervivencia de Especies (CSE) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). (algo así como el responsable de que no desaparezca ni un animal más de la  faz de la tierra (¿tenían dudas de que hay “cerebros” con quien contar en el país?)).

Citas
1- Fermín (2016) 1.457 investigadores científicos y tecnólogos migraron en los últimos 15 años. El Nacional http://www.el-nacional.com/sociedad/investigadores-cientificos-tecnologos-migraron-ultimos_0_847715294.html%20
2- Margolis  (2009) Hugo Chavez is scaring away talent. Newsweek http://www.newsweek.com/hugo-chavez-scaring-away-talent-80337
3- Peralta, Lares & Kerdel (2014). Diáspora del talento migración y educación en venezuela: análisis y propuestas editoriales varias
5- El Nacional (2015). Precandidata del PSUV invitó a sembrar “matas de acetaminofén http://www.el-nacional.com/politica/Precandidata-primarias-PSUV-sembrar-acetaminofen_0_642535859.htm